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Antártida: Separando los hechos de la ficción

Por Bankster Slayer.

Una vez más, Internet tiene sus bragas en un montón sobre lo que sea que «ellos» no quieren que veas en la Antártida. Desde «pirámides perfectas» hasta «pruebas de radar de tierra» de ciudades perdidas a «puertos de túnel en forma de OVNI«, no te aburrirás con la infinita variedad de teorías de conspiración y  vídeos de Youtube tipo «¡mira esto!«. Y como de costumbre, el público está nuevamente siendo tratado con un buffet de medias verdades y limitadas diversión.

Entonces, ¿qué sabemos y por qué deberíamos preocuparnos?

Primero responderé a esa segunda pregunta. Debemos preocuparnos simplemente porque hay una ofuscación en progreso. Debemos preocuparnos porque muchas personas importantes de caminos increíblemente diversos de la vida han comenzado repentinamente a aparecer para visitar Ahí Abajo. Y nos debe importar porque ese Estado Extraterritorial del que parecemos hablar tan a menudo estos días, es donde que la Nazi Internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial invirtió una gran parte de su propia energía y recursos en esta tierra. Esa historia está bien documentada, sub-reportada, y será presentada aquí en RogueMoney en un futuro blog. Hay demasiadas sorpresas fascinantes de esta tierra para hacerle una justicia completa en una sola sesión.

Empecemos por separar los hechos de la ficción.

FICCIÓN: Las cámaras radar de tierra operadas por la NASA han descubierto los restos muy rectilíneos de una civilización humana.

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FICCIÓN: Desenmascarado hace más de un año, la foto verdosa de la derecha es realmente una imagen de Egipto; no los restos de un antiguo asentamiento polar. (Fuente: WorldNewsDailyReport.com)

Esa afirmación publicada aquí en el llamado «World News Daily Report» ha sido bien desenmascarada por el sitio web de alertas de engaños LeadStories.com – y fue desmentido hace más de un año . La foto azulada de la izquierda es verdaderamente una foto de la Antártida, pero fue tomada hace mucho tiempo por una cámara Landsat 8, no la nueva expedición de mapas mencionada en el artículo.

FICCIÓN: Se han descubierto pirámides de antiguas civilizaciones en la Antártida

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FICCIÓN: (Tal vez) El terreno de la Antártida está salpicado por decenas de formaciones que se asemejan a pirámides. La mayoría se puede explicar por una acción constante de congelación-descongelación. (Fuente: LiveScience.com)

Voy a permitir un beneficio del 10% de la duda en este caso. El verdadero problema con la historia es que hay montañas en forma de cono y pirámide en toda la Antártida. Así que ni siquiera puedo saber qué foto coincide con el pico en el mapa porque hay tantos de ellos. Sin embargo, este artículo en LiveScience.com hace un buen trabajo al explicar cómo la acción constante de congelación-descongelación en el Polo Sur crea literalmente rebanadas de bloques de roca de las montañas. En el mundo natural, no es infrecuente que un pico en forma de cono o de forma de pirámide sea diseñado de esta manera. Y lejos de algunas afirmaciones de Internet que «esto es una pirámide perfecta«, se puede ver que no es ciertamente una pirámide perfecta. El cuarto lado está inclinado muy diferente de los otros tres, lo que se explica por un patrón de erosión irregular en ese lado. De hecho, no debe sorprendernos encontrar todo tipo de formaciones angulares producidas por deslizamiento de capas de hielo en los Polos. Este es un fenómeno llamado nunataks. A veces, la vida vegetal puede incluso sobrevivir en sus grietas.

Sin embargo, es obvio que no se ha explorado cada forma de pirámide en la Antártida. Por lo tanto, así como la gran pirámide de Bosnia se escondió a plena vista durante cientos de años, cubierta de vegetación, antes de que alguien pensara abrir su puerta, mantendré mi mente abierta sobre la posibilidad de que de hecho pueda haber una pirámide artificial de hace mucho tiempo en desuso en algún lugar de la Antártida.

FICCIÓN (En parte): Los túneles subterráneos se utilizan como portales ovni

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«Túneles tan altos como la Torre Eiffel», ¡sí, esto es cierto! ¿Pero un puerto espacial nazi? Todavía no hay pruebas. (Fuente: DailyMail.UK)

Ahora estamos llegando a algunos fenómenos interesantes. De hecho, es VERDADERO que hay túneles subterráneos tallados en el hielo en la Antártida. Sin embargo, su uso como una especie de espaciopuerto que acomoda bien a naves volantes antigravitatorias en forma de cúpula no ha sido probado. Sin embargo, los túneles son reales y su formación se explica en este artículo de DailyMail.UK:

Los túneles de 250 metros son casi tan altos como la Torre Eiffel – que mide algo más de 300 metros – y más de cuatro veces más altos que la torre Bride – que es de unos 65 metros. Los investigadores concluyeron que la colocación de los túneles significa que probablemente se formaron a partir del agua de deshielo – agua liberada por el hielo derretido – que fluye por debajo de la capa de hielo, sobre la tierra y hacia el océano. Los datos revelaron que el agua se movía bajo el hielo en canales concentrados, similares a los ríos.

Esas son mis tres principales alegaciones (en parte) ficticias que se están haciendo actualmente sobre la Antártida. Ahora vamos a hablar de lo que deberíamos estar hablando.

La Antártida está cargada de anomalías

Una simple búsqueda en Google de las palabras «Antártida» y «Anomalía» te llevará por muchos caminos científicos. Este continente, cuyo tamaño es aproximadamente dos veces el de los Estados Unidos, goza tanto de anomalías «terrestres» como de anomalías «basadas en el mar«.

HECHO: Un cráter del probable impacto de un meteorito se sienta bajo el hielo en la Tierra de Wilkes, al este de la Antártida

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Un cráter masivo de meteorito probablemente se sienta bajo el hielo en la región de Wilkes Land. (Fuente: Wikipedia)

Hace más de diez años, las mediciones de gravedad de los satélites GRACE de la NASAidentificaron probablemente una concentración de masas de 305 kilómetros de ancho. Los investigadores han observado que esta anomalía de masa está centrada dentro de una estructura anular más grande visible en imágenes de radar de la superficie terrestre debajo de la capa de hielo antártica. Esta combinación les sugirió que la característica puede marcar el sitio de impacto de un cráter de 483 kilómetros de ancho enterrado bajo el hielo. Es más de 2,5 veces que el cráter Chicxulub de 177 kilómetros en el Yucatán de México que supuestamente mató a los dinosaurios. El impacto pudo incluso haber contribuido a la grieta entre Australia y la Antártida hace millones de años.

Durante la presidencia de Bill Clinton, una muestra de roca de meteorito que se originó en Marte se encontró en la Antártida. Esto causó un gran revuelo ya que se esperaba que pudieran ser detectados restos fósiles de vida orgánica dentro de la muestra. Sin embargo, se informó al público que, por desgracia, no apareció ninguna prueba de este tipo. (No todos estamos convencidos.)

HECHO: Se ha medido una anomalía magnética en un extremo del lago Vostok

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El lago Vostok se encuentra no lejos de Wilkes Land y disfruta de agua sorprendentemente caliente. ¿Dónde está su fuente de calor? (Imagen: ExoHuman.com)

ExoHuman.com incluye esta declaración de un funcionario de la OTAN: «Pero al final del lago Vostok se encuentra lo que se conoce como gigantesco ‘mascon’, una concentración masiva de metal, muy similar a los masscons que descubrieron en la Luna, un gigantesco objeto metálico de forma circular que se hundió bajo el hielo al final del lago Vostok. La Agencia de Seguridad Nacional se lo quitó del JPL. Es una de las cosas más sensibles del mundo, la anomalía al final del lago ahora está clasificada como Alto Secreto.»

Permitimos que este informe nos cuente la historia de las aguas sorprendentemente cálidas del lago Vostok:

Otras investigaciones también detectaron la existencia de fuentes geotérmicas que calentaron el lago a unos sorprendentes 27,77 grados Celsius, con «puntos calientes» de hasta 36 grados. Dado estos nuevos descubrimientos con respecto a la radiación solar y a la temperatura, los científicos sugirieron la posibilidad de que la atmósfera encapsulada del lago se purificara a través de una compleja interacción con el agua y que las posibilidades de formas de vida vegetal fueran muy buenas.

Las investigaciones realizadas por el científico ruso Ian Toskovoi -que desapareció cerca de la estación de Vostok en marzo de 2000- sobre la «elevación geotérmica» también sugirieron un medio alternativo de purificación y reposición para la atmósfera del lago subterráneo.

Sin embargo, las noticias más intrigantes que salieron de la Antártida tenían que ver con la extremadamente poderosa «anomalía magnética» localizada en el extremo norte de la costa del lago: un descubrimiento que daría lugar a una serie de conjeturas y sería comparado con el TMA ficticio -1 (Tycho Magnetic Anomaly-1) en la película 2001: Una odisea del espacio.

El periódico electrónico Antarctic Sun (pdf aquí), que pronto se convirtió en la principal fuente de información sobre la anomalía magnética del lago Vostok, declaró que durante el vuelo inicial de la SOAR (Oficina de Apoyo a la Investigación Aerofísica) dirigida a llevar a cabo resonancias en la zona, el magnetómetro registró un aumento de 1000 nanoteslas más allá de los 60.000 nanoteslas que caracterizaba la estación de Vostok.

Pero entonces empezaron a pasar cosas extrañas. Los tripulantes estaban siendo evacuados por razones médicas. Algunas personas incluso murieron. A la tripulación de reemplazo se les dijo que trajeran tabletas de yodo o sal con ellos. Richard C. Hoagland y Mike Bara publicaron actualizaciones y especulaciones acerca de las noticias silenciadas aquí en el sitio web de EnterpriseMission.com . Hasta el día de hoy, esa historia nunca se ha explicado completamente.

Un almirante es perseguido y echado de NaziLandia

Entonces, ¿dónde nos deja hoy en el amanecer del año 2017? Tenemos un interés repentino por parte de los líderes y exploradores mundiales en este continente en gran parte desconocido. También tenemos un sacerdocio de mafiosos nbanqueros silenciosamente dirigiendo la atención del público a los agujeros de los conejos polares y lejos de los hechos que deberían estar mirando. Esto será discutido en un artículo secuela a éste.

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Almirante Richard E. Byrd, en 1955 (Fuente: Wikipedia)

Una historia que deberíamos considerar es el testimonio de testigos oculares de los hombres que emprendieron misiones en la Antártida y nos dieron su opinión de lo que está pasando. Uno de esos hombres fue el contralmirante Richard E. Byrd, que dirigió una expedición militar – sí, militar – a la Antártida en nombre de los Estados Unidos en 1947 bajo un proyecto denominado en clave de Operación HighJump. Y no lo sabrías, pero mientras muchos de nosotros pasábamos el fin de otro año hace dos noches, otro aniversario estaba siendo ignorado. Porque fue exactamente hace 70 años esta semana que el Almirante Byrd alcanzó su destino polar para llevar a cabo la Operación HighJump.

La desafortunada operación fue abandonada cuatro meses antes de su esperada finalización. Nadie ha explicado satisfactoriamente por qué el Pentágono optaría por lanzar una operación tan peligrosa y pasaría tan poco tiempo preparándose para ello. La operación fue masiva: 4.700 tripulantes, 13 buques y 33 aviones. Puedes llamarla «expedición científica» si lo deseas. Para mí, se parecía más a una invasión. Y el Pentágono tenía prisa, corriendo para aprovechar el primer verano antártico posterior a la Segunda Guerra Mundial para lanzarla.

Tantos acontecimientos que han dado forma al naciente Estado Profundo de EEUU siguieron a la expedición fallada de Byrd como dominós que caían. El establecimiento oficial de la CIA el 26 de julio de 1947 tuvo lugar bajo la «Ley de Seguridad Nacional» del Presidente Truman. El primer secretario oficial de la Fuerza Aérea fue juramentado en septiembre de 1947. ¿Y quién puede olvidar el accidente todavía inexplicado de un objeto volador no identificado (¿Nazi?) en Roswell, Nuevo México, en julio de 1947, una nave cuyo puerto de salida muy probablemente podría haber sido Chile o Argentina, o «Nueva Suabia» en la Antártida.

¿El almirante Byrd nos advirtió que los nazis no habían desaparecido en silencio en las páginas de la historia, algo que una nación tan desesperada quería creer? Estén atentos a la próxima entrega.

Bankster Slayer

Traducido del inglés: https://www.roguemoney.net/stories/2017/1/2/antarctica-separating-fact-from-fiction

Banqueros anglosajones organizaron la Segunda Guerra Mundial

Por Valentin Katasonov

En ocasión del 70º aniversario de la Victoria sobre el nazismo publicamos un estudio de Valentín Katasonov sobre el financiamiento del partido nazi y el rearme del III Reich. El autor se basa en documentos publicados en 2012 que confirman que banqueros estadounidenses y británicos organizaron la Segunda Guerra Mundial, con la complicidad del presidente de Estados Unidos Franklin Roosevelt y del primer ministro británico Neville Chamberlain y con la esperanza de acabar con la Unión Soviética. Este estudio sugiere una serie de interrogantes que serán objeto de un próximo artículo.

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De izquierda a derecha, Hjalmar Schacht, ministro de Economía de Hitler, con su buen amigo Montagu Norman, gobernador del Banco de Inglaterra de 1920 a 1944. Según los documentos del Banco de Inglaterra revelados en 2012, el oro de Checoslovaquia había sido depositado en Londres en una subcuenta a nombre del Banco de Pagos Internacionales (BPI). Cuando los nazis entraron en Praga, en marzo de 1939, de inmediato enviaron soldados al Banco Nacional. Los administradores recibieron orden, bajo amenaza de muerte, de emitir dos órdenes de transferencia. La primera ordenaba al BPI transferir 23,1 toneladas de oro de su subcuenta checoeslovaca en el Banco de Inglaterra a la subcuenta del Reichsbank, también en el Banco de Inglaterra. La segunda orden encargaba al Banco de Inglaterra transferir unas 27 toneladas de oro del Banco Nacional de Checoeslovaquia a la subcuenta del BPI en el Banco de Inglaterra.

La Segunda Guerra Mundial no fue provocada por un rabioso Fuhrer que se había apoderado de Alemania. La Segunda Guerra Mundial es obra de una oligarquía mundial, o más exactamente de los plutócratas anglo-estadounidenses.

Utilizando instrumentos como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, esos elementos comenzaron a preparar el siguiente conflicto de envergadura planetaria inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial. Su blanco era la Unión Soviética.

Los planes Dawes y Young, la creación del Banco de Pagos Internacionales (BPI) [1], la suspensión del pago por parte de Alemania de las reparaciones de guerra previstas en el Tratado de Versalles y la aceptación de aquella decisión por los ex aliados de Rusia, las masivas inversiones extranjeras en la economía del III Reich, la militarización de la economía alemana y las violaciones del Tratado de Versalles son etapas en el camino que conduce a la guerra.

Detrás de aquel complot se hallaban personajes claves: los Rockefeller, los Morgan, Lord Montagu Norman (gobernador del Banco de Inglaterra) y Hjalmar Schacht (presidente del Reichsbank y ministro de Economía del gobierno de Hitler). El programa estratégico de los Rockefeller y los Morgan era sojuzgar Europa económicamente, saturar Alemania de inversiones y créditos extranjeros y empujarla a asestar un golpe mortal a la Rusia soviética para que esta última volviese al capitalismo, en calidad de colonia.

Montagu Norman (1871-1950) desempeñó un papel importante como intermediario en el diálogo entre los medios financieros estadounidenses y los jefes de empresas alemanas. Hjalmar Schacht organizó la reconstrucción del sector vinculado a la defensa en la economía alemana. La operación de los plutócratas contaba con la cobertura que le ofrecían políticos como Franklin Roosevelt, Neville Chamberlain y Winston Churchill. En Alemania los ejecutores de aquellos proyectos eran Hitler y Hjalmar Schacht. Según varios historiadores, Hjalmar Schacht desempeñó un papel más importante que Hitler, pero se mantenía en la sombra.

Al término de la Primera Guerra Mundial, el Plan Dawes tenía como objetivo comprometer la Triple Entente y cobrar las reparaciones de guerra que debía pagar Alemania. El Plan Daves –propuesto por el Comité presidido por Charles G. Dawes– designaba un intento realizado en 1924 por resolver el problema de las reparaciones de guerra, que estaba minando la política internacional desde el fin de la Primera Guerra Mundial y la firma del Tratado de Versalles –reticente, Francia cobró más del 50% del monto de las reparaciones. Entre 1924 y 1929, Alemania recibió 2 500 millones de dólares de Estados Unidos y 1 500 millones de Gran Bretaña en el marco del Plan Dawes. Son sumas considerables que corresponden a 1 000 millardos [2] de dólares actuales

Hjalmar Schacht desempeñó un papel activo en la aplicación del Plan Dawes. En 1929, resumió los resultados del plan declarando que Alemania había recibido en 5 años más préstamos extranjeros que Estados Unidos en los 40 años anteriores a la Primera Guerra Mundial. Por consiguiente, en 1929, Alemania se había convertido en la segunda potencia industrial a nivel mundial, por delante de Gran Bretaña.

Durante los años 1930, Alemania siguió obteniendo inversiones y préstamos. Redactado en 1929 y adoptado oficialmente en 1930, el denominado Plan Dawes era un programa tendiente a garantizar el pago de las deudas de guerra que Alemania debía pagar al término de la Primera Guerra Mundial. Fue presentado por el comité presidido (de 1929 a 1930) por el industrial estadounidense Owen D. Young, fundador y primer presidente de la RCA (Radio Corporation of America). En aquella época, Young era también miembro del consejo de administración de la Fundación Rockefeller y había sido, además, uno de los representantes implicados en un dispositivo de rediseño de las reparaciones de guerra, el Plan Dawes de 1924.

Según el plan, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) fue creado en 1930 para que Alemania pagase las reparaciones a los vencedores. En realidad, el dinero tomó un camino muy diferente: salió de Estados Unidos y Gran Bretaña para aterrizar en Alemania.

El capital de la mayoría de las empresas alemanas estratégicamente importantes era, parcial o completamente, estadounidense. Una parte estaba bajo control de los inversionistas británicos. Los sectores como las refinerías de petróleo y el proceso de licuefacción de carbón de la economía alemana estaban en manos de Standard Oil, perteneciente a los Rockefeller. El gigante de la industria química Farbenindustrie AG pasó al control del grupo Morgan. Un 40% de la red telefónica y un 30% de las acciones de Focke Wulf se hallaban bajo control de la firma estadounidense ITT. La radio y los gigantes de la industria eléctrica AEG, Siemens y Osram pasaron al control de General Electric, de Estados Unidos. ITT y General Electric eran parte del imperio Morgan. El 100% de las acciones de Volkswagen pertenecía a Ford, también de Estados Unidos.

En el momento de la llegada de Hitler al poder, el capital financiero estadounidense controlaba, como vemos, prácticamente todos los sectores de importancia estratégica de la industria alemana –refinerías de petróleo, producción de combustible líquido a partir del carbón, química, construcción de vehículos automotores, ingeniería eléctrica, radio– así como gran parte de la industria de construcción mecánica (278 empresas en total). Los grandes bancos alemanes, como el Deutsche Bank, el Dresdner Bank, el Donat Bank y otros, se hallaban bajo control estadounidense.

El 30 de enero de 1938, Hitler se convertía en canciller de Alemania. Pero antes, los banqueros estadounidenses habían estudiado muy cuidadosamente su candidatura. Hjalmar Schacht había viajado a Estados Unidos durante el otoño de 1930 para hablar de aquella nominación con varios colegas estadounidenses. La designación de Hitler fue aprobada finalmente durante una reunión secreta de personalidades de las finanzas en Estados Unidos. En 1932, Schacht pasó todo el año convenciendo a los banqueros alemanes de que el mejor candidato al cargo de canciller era Hitler. Y lo logró.

A mediados de noviembre de 1932, 17 de los más poderosos banqueros e industriales alemanes dirigieron al presidente Hindenburg una carta exigiéndole que nombrara canciller a Hitler. La última reunión de trabajo de los financieros alemanes previa a la elección tuvo lugar el 4 de enero de 1933 en Colonia, en la residencia del banquero Kurt von Schroder. El partido nazi llegó al poder inmediatamente después. Las relaciones financieras y económicas de Alemania con los anglosajones se hicieron entonces aún más estrechas.

Hitler anunció inmediatamente su negativa a pagar las reparaciones de guerra. Puso en duda que Inglaterra y Francia pudiesen pagar sus propias deudas, acumuladas durante la Primera Guerra Mundial, a Estados Unidos. Se reunió con el presidente Franklin Roosevelt y con los grandes banqueros estadounidenses para pedir una línea de crédito por 1 000 millones de dólares.

En junio del mismo año, Hjalmar Schacht viajó a Londres para entrevistarse con Montagu Norman. Los británicos accedieron a conceder un préstamo de 2 000 millones de dólares. No pusieron ninguna objeción en cuanto a la decisión de Alemania de suspender el pago de su deuda.

Según algunos historiadores, Estados Unidos y Gran Bretaña se mostraron tan complacientes porque, desde 1932, la Unión Soviética había implementado su plan quinquenal de desarrollo económico tendiente a alcanzar nuevas metas como potencia industrial. En el sector de la industria pesada habían surgido miles de empresas y la dependencia de la URSS en materia de importación de productos industriales había disminuido considerablemente. Como consecuencia de ello, las posibilidades de estrangular económicamente a la Unión Soviética se habían reducido prácticamente a cero. Se decidió entonces recurrir a la guerra y, en función de ese objetivo, emprender la militarización acelerada de Alemania.

Para esta última, la obtención de créditos en Estados Unidos no presentaba prácticamente ningún problema. Hitler había llegado al poder en Alemania casi al mismo tiempo que Franklin Roosevelt en Estados Unidos. Los banqueros que apoyaron a Hitler en 1931 son precisamente los mismos que apoyaron la elección de Roosevelt. Ya en el cargo, el nuevo presidente no podía hacer otra cosa que conceder generosos créditos a Alemania. Por cierto, muchos notaron la gran similitud entre el New Deal de Roosevelt y la política económica del III Reich. No había en ello nada sorprendente ya que eran los mismos quienes estaban garantizando con sus consejos el salvamento de los dos gobiernos. Y representaban principalmente los medios financieros estadounidenses.

El New Deal de Roosevelt no tardó presentar problemas. En 1937, Estados Unidos se hundía en la crisis económica. En 1939, la economía estadounidense funcionaba a un 33% de su capacidad industrial (19% en los peores momentos de la crisis registrada de 1929 a 1933).

Rexford G. Tugwell, un economista del primer Brain Trust, un equipo de académicos de la Universidad de Columbia creado por Franklin Roosevelt y que contribuyó a las recomendaciones políticas que condujeron al New Deal de ese presidente, escribía en 1939 que la administración había fracasado. La situación se mantuvo sin cambios hasta que Hitler invadió Polonia. Sólo los poderosos vientos de la guerra podían disipar la bruma. Todas las iniciativa de Roosevelt estaban condenadas al fracaso [3]. Lo único que podía salvar el capitalismo estadounidense era una guerra mundial. En 1939, los plutócratas recurrieron a todos los medios a su disposición para presionar a Hitler e incitarlo a desatar una guerra a gran escala en el este de Europa.

El ya mencionado Banco de Pagos Internacionales (BPI) tuvo un papel importante en la Segunda Guerra Mundial. Verdadera cabeza de playa de los intereses estadounidenses en Europa, el BPI garantizaba el vínculo de las empresas de Estados Unidos y Gran Bretaña con las empresas alemanas. Era una especie de zona franca que protegía al capital cosmopolita ante iniciativas políticas, guerras, sanciones, etc.

El Banco de Pagos Internacionales se creó bajo la forma de una entidad comercial pública. Su inmunidad ante interferencias gubernamentales y, por ejemplo, los impuestos, estaba garantizada por el acuerdo internacional firmado en La Haya, en 1930.

Los banqueros de la Reserva Federal de Nueva York –muy vinculados a Morgan, a Montagu Norman (gobernador del Banco de Inglaterra) y a los financieros alemanes como Hjalmar Schacht (de quien ya hemos precisado que fue presidente del Reichsbank y ministro de Economía del gobierno de Hitler), Walther Funk (quien sustituyó a Hjalmar Schacht como presidente del Reichsbank) y Emil Puhl– desempeñaron todos un papel importante en la fundación del BPI. Entre sus fundadores figuraban los bancos centrales de Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y Bélgica, así como algunos bancos privados.

El Banco Federal de Nueva York hizo lo mejor que pudo, pero no estuvo entre los establecimientos fundadores del BPI. Estados Unidos estaba representado por First National Bank of New York, J.P. Morgan and Company, First National Bank of Chicago, pertenecientes todos al imperio Morgan. Japón también estuvo representado por bancos privados. En 1931-1932, 19 bancos centrales europeos se unían al Banco de Pagos Internacionales. Gates W. McGarrah, banquero del clan Rockefeller, fue el primer presidente del consejo de administración del BPI. Luego fue reemplazado por León Fraser, representante del clan Morgan. Durante la guerra, el presidente del BPI fue Thomas H. McKittrick, de Estados Unidos.

Mucho se ha escrito sobre las actividades del BPI al servicio de los intereses del III Reich. Entre otras cosas, estuvo implicado en transacciones con diferentes países, inclusive aquellos con los que Alemania estaba en guerra.

Después de Pearl Harbor, el Banco de Pagos Internacionales actuaba como corresponsal de la Federal Reserve Bank de Nueva York. Y durante la guerra estuvo bajo control de los nazis, a pesar de que su presidente era el estadounidense Thomas Huntington McKittrick. Mientras los soldados morían en los campos de batalla, la dirección del BPI se reunía en Basilea con los banqueros de Alemania, Japón, Italia, Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos. Los representantes de las potencias beligerantes trabajaban tranquilamente, en un clima de comprensión mutua, en el oasis de paz suizo.

Fue en Suiza donde Alemania depositó, para mantenerlo a buen recaudo, el oro del que se había apoderado en los cuatro puntos cardinales de Europa. En marzo de 1938, cuando Hitler se apoderó de Viena, parte del oro de Austria había sido transferido a las cajas fuertes del BPI. Lo mismo había sucedido con el oro del Banco Nacional checoeslovaco (48 millones de dólares). Cuando estalló la guerra, el oro entraba constantemente al Banco de Pagos Internacionales. Alemania lo obtenía en los campos de concentración y mediante el saqueo de los países ocupados –incluyendo todo lo que pertenecía a los civiles: joyas, cigarreras, utensilios de todo tipo… dientes de oro. Fue todo eso lo que se ha dado en llamar “el oro nazi”. Se fundía en lingotes para almacenarlo en el Banco de Pagos Internacionales, en Suiza o fuera de Europa.

En su libro Trading With The Enemy: An Expose of The Nazi-American Money Plot 1933-1949, Charles Higham escribe que durante la Guerra los nazis transfirieron 378 millones de dólares a las cuentas del Banco de Pagos Internacionales.

Es importante mencionar el oro de Checoeslovaquia. Algunas informaciones han salido a la luz después de la apertura de los archivos del Banco de Inglaterra, en 2012, [4]. En marzo de 1939, Alemania ocupaba Praga. Los nazis exigieron 48 millones de dólares de las reservas nacionales de oro. Se les respondió que aquella suma ya había sido transferida al Banco de Pagos Internacionales. Por orden de Berlín, el oro fue transferido a la cuenta del Reichsbank en el mismo Banco de Pagos Internacionales. Posteriormente, el Banco de Inglaterra estuvo implicado en las transacciones efectuadas por orden del Reichsbank al Banco de Pagos Internacionales. Aquellas órdenes se retransmitían a Londres. Por consiguiente, hubo complicidad entre el Reichsbank alemán, el Banco de Pagos Internacionales y el Banco de Inglaterra. En 1939 estalló un escándalo en Gran Bretaña cuando se supo que el Banco de Inglaterra ejecutaba las transacciones con oro checo según las órdenes no del gobierno checo sino de Berlín o de Basilea. Por ejemplo, en junio de 1939, 3 meses antes del inicio de la guerra entre Gran Bretaña y Alemania, el Banco de Inglaterra ayudó a los nazis a transferir hacia la cuenta de Alemania el oro equivalente a 440 000 libras esterlinas y a enviar parte del oro a Nueva York -Alemania garantizaba así la neutralidad de Estados Unidos en caso de intervención alemana en Polonia.

Aquellas transacciones ilegales con oro checo se realizaron con el acuerdo tácito del gobierno de Gran Bretaña, que estaba perfectamente al corriente de lo que estaba sucediendo. El primer ministro británico Neville Chamberlain, el ministro de Finanzas sir John Simon y los demás responsables británicos de alto rango hicieron todo lo posible por ocultar la verdad, recurriendo incluso a la mentira más descarada al afirmar que el oro había sido restituido a su legítimo propietario o que nunca había sido transferido al Reichsbank.

Los documentos del Banco de Inglaterra publicados últimamente revelan los hechos y demuestran que los responsables gubernamentales mintieron, para protegerse a sí mismos y para encubrir las actividades del Banco de Inglaterra y del Banco de Pagos Internacionales. La coordinación de aquellas actividades criminales era un juego de niños ya que el director del Banco de Inglaterra Montagu Norman también presidía el Consejo de Administración del Banco de Pagos Internacionales. Por cierto, Montagu Norman nunca disimuló su simpatía por los fascistas.

La Conferencia de Bretton Woods –oficialmente Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas– reunió a los 730 delegados de los 44 países aliados en el hotel Mount Washington, en Bretton Woods (New Hampshire), Estados Unidos, con vista a regular la vida monetaria y financiera internacional al término de la Segunda Guerra Mundial. Esta conferencia se desarrolló del 1º al 22 de julio de 1944. El Banco de Pagos Internacionales se veía repentinamente bajo los proyectores. Se decía que había colaborado con la Alemania fascista. Sin entrar en detalles, me limitaré a decir que después de una serie de peripecias –algunos delegados estadounidenses se opusieron a la moción– los delegados coincidieron en que había que cerrar el BPI. Aquella decisión de la conferencia internacional nunca llegó a aplicarse. Se enterró todo lo que podía desacreditar las actividades del BPI durante la Segunda Guerra Mundial. Lo cual contribuye, aún hoy en día, a falsear la historia de la Segunda Guerra Mundial.

Para terminar, vale la pena decir unas palabras sobre Hjalmar Schacht (1877-1970), el ex presidente del Reichsbank y ministro de Economía del gobierno fascista de Alemania. En 1945, Schacht jue juzgado en Núremberg pero resultó absuelto el 1º de octubre de 1946. Así escapaba a las acusaciones de asesinato.

Por razones que nunca han sido explicadas, Hjalmar Schacht no figuraba en la lista de los principales criminales de guerra de 1945. Lo más interesante es que volvió a su vida profesional como si no hubiese sucedido nada y fundó la firma Schacht GmbH en Dusseldorf. Este detalle puede parecer insignificante. Pero confirma una vez más que los plutócratas anglo-estadounidenses y sus representantes plenipotenciarios en Alemania habían preparado y, en cierta medida, influido en todo el proceso de la Segunda Guerra Mundial.

Ahora los plutócratas quieren reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial y modificar además sus resultados.

[1] También conocido como BIS, siglas en inglés correspondientes a Bank for International Settlements, o BRI, siglas en francés correspondientes a Banque des Reglements Internationaux, así como BIZ, siglas en alemán correspondientes a Bank für Internationalen Zahlungsausgleich. Tiene su sede en la ciudad suiza de Basilea. Nota de la Red Voltaire.

[2] 1 millardo = 1 000 millones

[3] P. Tugwell, The Democratic Roosevelt, A Biography of Franklin D. Roosevelt, Nueva York, 1957, p 477.

[4 ] http://www.bankofengland.co.uk/archive/Documents/archivedocs/wwh/2/p3c9p1292-1301.pdf

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Fuente : «Banqueros anglosajones organizaron la Segunda Guerra Mundial», por Valentin Katasonov, Red Voltaire , 16 de mayo de 2015, http://www.voltairenet.org/article187569.html

La Alemania NAZI estaría orgullosa de la Hacienda española

Podemos leer en Barrapunto

La Hacienda española rastreará la información disponible en internet

El pasado 11 de marzo se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el nuevo Plan Anual de Control Tributario y Aduanero para 2015, que habilita a la Agencia Tributaria española a buscar información sobre contribuyentes en la red, así como estudiar nuestras redes de contactos en las redes sociales. Este plan de captación de información tiene previsto rastrear más de 200000 dominios mediante programas ‘web crawlers’ automatizados. La información así recabada se incluirá en los expedientes de los contribuyentes para identificar patrones compatibles con actividades defraudadoras (nota de prensa de la Agencia Tributaria). Los objetivos de la Agencia Tributaria son: anuncios de alquileres de viviendas cuyos propietarios no declaren los ingresos por alquiler; personas que ofrecen servicios profesionales en Facebook y Twitter, y luego no los declaran; titulares de páginas web que declaran ingresos por publicidad menores de los reales; páginas de comercio electrónico que declaran pocos ingresos. Para captar indicios de fraude en estos últimos casos, se utilizará la información proporcionada por empresas externas de valoración de tráfico web, y se cotejará con los ingresos declarados. Así mismo, la Agencia Tributaria podrá buscar en redes sociales signos externos de riqueza que no sean acordes con la declaración de renta. Estas nuevas actuaciones vendrán acompañado de un mayor intercambio de información sobre cuentas financieras en otros países, gracias a la implantación del Estándar Común de Información (CRS, Common Reporting Standard), ratificado por España, que engloba más de 50 jurisdicciones fiscales. Se anuncia también un incremento de las auditorías informáticas en busca de software contable utilizado para llevar una doble contabilidad. Estas actuaciones de comprobación e investigación se desarrollarán sobre contribuyentes en los que concurran ‘perfiles de riesgo’; la definición de tales perfiles no está disponible, ya que la Agencia Tributaria la considera de carácter reservado. Más opiniones aquí y aquí.

¿Qué más que añadir? Está claro que la casta criminal española está en las últimas y utiliza a todos sus esbirros para arrancar hasta las entrañas a la gente. En la Alemania fascista estarían orgullosos de este estado totalitario que llaman España.